A menudo hemos comprobado cómo se estropean algunos de nuestros aparatos eléctricos que tienen que ver con el agua, por ello, donde más se consuma o se utilice ésta, mayor necesidad tendremos de poner un descalcificador de agua. Otra de las razones a tener en cuenta en la importancia de su adquisición, es la zona donde habitamos, pues las hay muy calcáreas, y por lo tanto peligrosas para nuestros aparatos. Los hoteles, pensiones, lavanderías, restaurantes, en nuestros hogares y en definitiva, lugares donde el uso abundante del agua es notorio, la importancia se convierte en un requerimiento incuestionable.
Aguas duras, agua para descalcificar
Se denominan aguas duras a las que contienen altos niveles de diferentes tipos de minerales, sobre todo magnesio y calcio. Esta dureza suele ser permanente, esto quiere decir que por mucho que se hierva, nunca llega a deshacerse ni a desaparecer, quedando pegada en ciertas protuberancias o no, que pueda encontrar a su paso por cualquiera de las tuberías donde exista su presencia.
En casa, ahora ya podemos fácilmente hacer una prueba de la presencia de cal, revisando la boca de nuestros grifos, y lavabos, sobre todo con agua caliente, donde se forman precipitados insolubles. Aparecen incrustadas rocas blanquecinas que manchan y acaban con el brillo y con la sensación de limpieza; incluso manchas que afean el fondo de las tazas del WC. Imagina los efectos de estas incrustaciones dentro de aparatos eléctricos y/o tuberías.
Eliminar la cal, solo se consigue con un descalcificador
El único modo de excluir de nuestra casa o empresa la cal, es mediante un descalcificador de agua. Es importante conocer en concreto cuál es la dureza con la que vamos a tratar antes de elegir el más adecuado para las exigencias que requiere. Lo idóneo es que se ponga en contacto con nosotros y nos cuente su caso. Acabará agradeciendo la presencia de un descalcificador para el agua.
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