Los habitantes del pequeño municipio de Bundanoon pueden presumir de muchas cosas, empezando por el parque natural de Morton, uno de los parajes más bellos de Australia. Pero hay algo más por lo que el nombre de Bundanoon es mundialmente conocido, y es por ser el primer pueblo del mundo en prohibir el agua embotellada.
Dada la pureza del manantial que se encuentra en el municipio el agua es perfectamente apta para el consumo humano. En 2009 los habitantes de Bundanoon decidieron en asamblea prohibir la venta de agua embotellada para así reducir residuos y proteger el medio ambiente, según recogió la BBC entonces. Las únicas botellas que se pueden adquirir en sus comercios son reutilizables, para poder llenarlas cada vez que sea necesario en las fuentes del pueblo de forma gratuita.
La iniciativa antiembotellamiento, en plena expansión
Ciudades y organizaciones de todo el mundo están siguiendo sus pasos. En Estados Unidos el esfuerzo por reducir el consumo de agua embotellada está siendo significativo, hasta el punto de que varias universidades han prohibido la venta en sus campus, así como su uso en reuniones de trabajo. El pueblo de Concord, en Massachussetts, fue el primer municipio estadounidense en seguir los pasos de Bundanoon, para reducir los residuos del vertedero local. El éxito de la campaña ha llegado hasta San Francisco, primera gran ciudad que prohibirá la venta de agua embotellada en espacios públicos a partir de 2016.
Los habitantes de Bundanoon han sentado un precedente en materia medioambiental y económica. Han demostrado que es posible prescindir del agua embotellada, evitando todo el impacto ecológico que supone.
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